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diumenge, d’abril 17, 2005

las flores del jardin no se riegan solas

Parasite God

tumbado al sol sintiendo los rayos quemar su retina i su piel derretirse por la incandescente arena. una hormiga con armadura se acerca i desenfunda sus afiladas mandibulas. no hay esperanza para el forastero del desierto. pronto un ejercito salido del bunquer hormiguero penetrara en el royendo primero lentamente los huesos hasta llegar a la suculenta medula y acabar finalmente por los organos y fluidos corporales. en un ultimo suspiro se levanta i empieza a avanzar a ciegas por un mar incierto de gas oxigenado mezclado con oxidos, sulfuros i vapores de residuos nucleares que arden en sus pulmones e intoxican todo su cuerpo, pero no se rinde i lo que sus ya pocas neuronas maltratadas pueden llegar a pensar lo hacen seguir adelante. un inesperado lago de mercurio i lodo radioactivo en medio de su destino le hacen caer en las profundidades de lo que en realidad parece ser un pozo minero olvidado por los años de lo que en algun momento fue el esplendor del animal humano.